El Domingo de madrugada Gonzalo y yo nos aventuramos una vez
mas a la playa Santa Cristina en busca
de las doradas, por un día que podemos ir y estas no estaban por la labor. No
es que las culpe mucho, a mi tampoco me apetecería que me clavaran un anzuelo
en el morro, arrastrarme fuera de mi medio para morir asfixiado y después ser
comido.
Al final yo solo saque un cadelo (pancho picudo) enano y
Gonzalo otro pancho y una sarda (Caballa) también enana. Los tres fueron
devueltos al agua y que aprendan de su experiencia.
Lo mejor de la mañana fue el amanecer que por cierto fue muy
bonito.
Happy Fishing